13lunas20 vidas retomamos tras un largo periodo el blog y
los artículos de interés, en este tiempo de silencio hemos seguido investigando
y dando pequeños pasos hacia una forma de vida coherente con lo más preciado que
tenemos como humanos: la Madre Tierra.
Y desde nuestra filosofía de autosuficiencia, respeto y
aprendizaje; compartiremos con todos los que así lo deseéis artículos de un
nuevo tesoro llegado a nuestras manos: El Botiquín de las Hadas de Clara Castellotti.
Sus conocimientos y puntos de vista serán interpretados con
nuestro aprendizaje de modo que la fusión de ambos nos hará a todos un poco más libres y sanos....
Millones de toneladas
de detergentes acaban cada año en las aguas del mar; más de la mitad provienen
de las coladas diarias; el resto de lavavajillas, champús, geles corporales
etc. Aparte su impacto sobre las aguas, no hay que olvidar la toxicidad que
estos productos ejercen sobre el hombre. Eso sin olvidar los fitosanitarios con los que son tratados
los cultivos, pesticidas, herbicidas y abonos químicos que inevitablemente
llegan a la tierra, los ríos y los mares.
Por todas estas razones hemos de ser conscientes de que cada pequeño acto de forma individual es lo que nos hace fuertes en común. Uno, dos, tres no son significativos cien, mil, millones empieza a cambiar la historia...
Por todas estas razones hemos de ser conscientes de que cada pequeño acto de forma individual es lo que nos hace fuertes en común. Uno, dos, tres no son significativos cien, mil, millones empieza a cambiar la historia...
Los microbios y el ecosistema familiar
El consumo de
productos para la limpieza ha aumentado en pocos años en este cambio tienen
vital importancia el bombardeo al que nos someten a través de los anuncios
publicitarios en los que nos presentan un mundo dominado por microbios y
gérmenes de los cuales tenemos que defendernos a toda costa.
Los microbios están
presentes en todas partes y nosotros dependemos de ellos; están en el interior
y en el exterior de nuestro cuerpo. La vida sería imposible sin ellos.
Intervienen en los procesos bioquímicos reduciendo formas complejas a formas
sencillas y permitiendo así que las sustancias sean asimiladas. Están presentes
en el intestino y en el tubo digestivo facilitando la digestión y evitando
putrefacciones. Nuestro organismo puede definirse como un perfecto ecosistema
donde cohabitan microorganismos de todo tipo cuyo mutuo equilibrio asegura la
armonía global.
La utilización de determinadas
sustancias químicas para uso personal crea un desequilibrio bacteriano, porque
a menudo se eliminan bacterias útiles y se favorece el crecimiento de las
dañinas, que, al no encontrar la resistencia ofrecida por las primeras, pueden
proliferar tranquilamente. Es un proceso similar al que sucede cuando tomamos
antibióticos: junto a las bacterias patógenas son eliminados los
microorganismos útiles (flora bacteriana..) justamente los que tendrían que
ayudarnos a salir de la enfermedad.
Por suerte, nunca
llegaremos a vences a estos numerosísimos enemigos, a pesar de todo el ímpetu
que ponemos en la lucha.
Los productos de
limpieza y sus peligros para la salud
Los productos
ordinarios de limpieza, además de ser verdaderos concentrados componentes químicos,
son mantenidos en total secreto por lo que concierne a las dosis de sustancias
nocivas que contienen. Los escritos obligatorios del tipo “Atención pueden
contaminar mares, ríos. No excederse en el uso” aparecen en letras
microoscópicas, esperando así pasar desapercibidos para la mayoría de los ojos.
Cuando usamos estos
productos, las sustancias químicas se depositan sobre las superficies tratadas
(pavimentos, muebles, tejidos, ropa...) Los productos que se aplican
pulverizados se quedan muchas horas en el aire en forma de gotitas minúsculas
que se depositan sobre las personas, la ropa, los alimentos.
No es aconsejable
dejar que un bebé juegue sobre un suelo limpio y desinfectado con tales
productos.
Las manos y los pies
son las áreas más absorbentes de nuestro cuerpo. Cuando lavamos los platos o la
ropa con productos químicos, las sustancias químicas, además de penetrar en el
organismo son inhaladas con la respiración. El agua caliente empleada al fregar
dilata los poros facilitando dicha penetración. Los compuestos químicos entran
rápidamente en la circulación sanguínea.
Un detergente puede
contener hasta 30 ingredientes un verdadero cóctel químico , algunos de los
componentes son:
-
Tensioactivos: son sustancias derivadas del petróleo y del carbón. No son fácilmente
biodegradables, a menudo se acompañan de metales pesados muy tóxicos. Son causa
de dermatitis y alergias. Se encuentran en polvos para la lavadora, detríficos,
jabones, champús...
-
Fosfatos: Sirven para solucionar la
dureza del agua, porque ligan las sales entre sí. Son óptimos fertilizantes de
las aguas de los mares y de los ríos. Gracias a ellos las algas crecen
exageradamente, consumiendo mucho oxígeno; como consecuencia, los peces mueren
y la vida de las aguas se extinguen. Se ha intentado sustituir los fosfatos con
NTA, pero el remedio ha sido peor. Este último provoca serios riesgos para el
hombre y el ambiente, sobre todo por su propiedad de convertir en solubles los
metales pesados (plomo, cromo, hierro y cadmio) y provocar, como consecuencia,
lesiones en el cerebro, el hígado y los riñones, cuando es ingerido a través
del agua, por ejemplo.
-
Blanqueadores: Están contenidos en detergentes en polvo. Además de consumir las
fibras y perjudicar al color, el boro en ellos contenido tiene un efecto tóxico
sobre la flora marina.
-
Enzimas: Sirven para descomponer las proteínas (manchas de huevo, sangre,
cacao...) Son muy peligrosos, provocan daños a los bronquios las vías
respiratorias (cuando lo ponemos en la lavadora se levanta un polvo fino que
inhalamos y que provoca picores en la piel y eritemas).
-
Azulantes ópticos: Son pigmentos azules que confieren a la
ropa un efecto más blanco. Se depositan sobre los tejidos y son absorbidos por
la piel, provocando daños que pueden llegar hasta el cáncer.
-
Sales vacías: Están presentes en la cantidad de 20-40% en los detergentes y hacen
que parezcan económicos los grandes envases. Estos compuestos, como el sulfato
de sodio, además de contaminar los ríos vuelven rígidos los tejidos,
necesitándose así el empleo de más suavizante.
-
Suavizantes: Son usados en gran cantidad en el aclarado y toneladas de ellos
llegan a las aguas de los ríos. Las partículas químicas de los suavizantes se
depositan por millones sobre los tejidos y piel; el mismo efecto tienen sobre
el cabello los bálsamos y acondicionadores.
La
sutil película de suavizante que se adhiere a la ropa no permite que las fibras
se absorban, con el resultado de que un tejido naturas pierde su capacidad de
mantener seco el cuerpo. Bacterias y hongos proliferan entonces con
consecuentes daños a la piel y el mismo tejido.
Limpieza en la cocina
Los
lavavajillas líquidos contienen tensioactivos, enzimas, desinfectantes,
conservantes y colorantes.
Para
el efecto “brillo” tienen que adherir a la superficie una película que es muy
difícil de eliminar.
El
uso del lavavajillas nos condiciona a usar detergentes muy agresivos y el
aclarado no siempre es completo.
Lavavajillas
natural: En un tarro de cristal cerrado, mezclar una parte de arcilla y una de
ceniza con infusión de romero o lavanda (hasta formar una pasta líquida).
Añadir zumo de limón y unas gotas de aceite esencial de lavanda.
Nuestros
detergente están elaborados con
aceite de oliva virgen extra, agua destilada y sosa cáustica junto con una
pizca de sal. Y diferentes aceites esenciales.
Se puede utilizar tanto para la lavadora como
para el lavavajillas, de modo que evitamos todas estas sustancias químicas
perjudiciales para nuestra salud y la salud de la Madre Tierra.
Añadiendo una cucharada de bicarbonato sódico conseguimos el tan vendido efecto "oxi action". Y unas simples gotas de cualquier aceite esencial nos "provoca" esa sensación de limpio al que nos hemos enganchado através de los productos industriales que nos meten por los ojos.
Detergente 13lunas20vidas |
Un blog muy interesante. Un saludo La fabrica de las hadas
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